1.- Administra tu tiempo:

Sabemos que la diabetes puede llegar a ser abrumadora porque requiere mucha de tu atención para manejarla. Organizar una agenda con horarios puede ayudar a que no te abrumes tanto. 

Ajusta tu despertador y levántate más temprano, esto te permitirá desayunar algo bien planeado y saludable.

Toma un calendario y crea tu lista de tareas diarias, incluyendo tus horarios de revisión de glucosa y cambios de set de infusión o sensores. 

Respeta tus horarios de estudio, trabajo, ejercicio, comida, familia, amigos, inclusive del tiempo que pasas redes sociales. 

2.- Concéntrate En Una Cosa.

Los resultados se obtienen cuando nos mantenemos enfocados en una cosa a la vez, por ejemplo, si estas teniendo dificultad en el manejo de tu glucosa después de comer enfócate en contar bien tus carbohidratos y pasar en tiempo correcto tus bolos de insulina.  

3.- Realiza Mejoras Graduales.

No puedes ir a nivel 10 con hábitos de nivel 1.

Comienza haciendo un detox de tu alacena y elimina la comida industrializada o con alto contenido en carbohidratos refinados, comienza haciendo un entrenamiento, comienza tomando más agua, comienza por asistir a más talleres de cuidado de tu diabetes, comienza hoy. 

Luego concéntrate en mejorar 1% cada día, pequeñas mejoras con el tiempo conducen a grandes cambios.

4.- Mira Las Cosas De Forma Positiva. 

Cada excursión de glucosa fuera de rango o una hipoglucemia te pueden enseñar algo nuevo de la diabetes y podrás verle el lado positivo. 

Cuando tu tiempo en rango no esté tan aceptable, pregúntate: ¿de qué estoy en control? ¿Qué puedo hacer mejor? ¿Cómo puedo mejorar las cosas?

Una mentalidad de resolución de problemas te ayudará a superar obstáculos mucho más rápido. 

5.- Crea Una Red De Alto Valor.

Todos necesitamos y somos parte de una comunidad, adoptaremos los rasgos, hábitos y mentalidades de quienes te rodean. Reduce el tiempo con las personas que te frenan. Aumenta el tiempo con aquellos que pueden empujarte hacia adelante. 

6.- Encuentra Tu Propósito

Sin dirección o un plan claro, es difícil vivir una vida plena. Todo en la vida se vuelve más fácil una vez que encuentras tu propósito y obtienes claridad sobre lo que sigue.